El hombre arrestado por planear un atentado en un concierto de Taylor Swift originalmente tenía otro objetivo en mente: la Embajada de Israel en Viena.
Según The Washington Post, Beran Aliji pensó en varios objetivos posibles, como una mezquita chiita o diplomáticos kurdos.
Su ataque estuvo inspirado por los medios de comunicación del Estado Islámico y un largo período de depresión y obsesión con su propia muerte.
El ataque planeado incluía el uso de explosivos caseros entre las decenas de miles de fanáticos que hacían cola fuera del concierto.
Los investigadores encontraron productos químicos refinados y equipo durante un registro en su casa.
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