La cifra de muertos en Gaza de la guerra Israel-Hamás supera los 44.000, según las autoridades de Hamás.
Este número escandaliza al mundo y provoca violentas marchas y manifestaciones en muchas partes del planeta. Como si eso resolviera algo.
Mucha gente fuera de Israel se pregunta cómo se vive a diario aquí, cuál es el ánimo de los ciudadanos con respecto al conflicto, nuestros sentimientos, miedos y esperanzas.
Aunque parezca que hacemos nuestra vida cotidiana sin reparar en lo que sucede en nuestras fronteras, lo cierto es que la incertidumbre nos acompaña a cada minuto.
Cada semana hay en las principales ciudades del país marchas, plantones, movimientos ciudadanos que exigen un acuerdo con Hamás, para liberar a los secuestrados. Se exige al gobierno ser más laxo en las negociaciones.
Además, no debería olvidarse que todos los que en Israel vivimos tenemos algo que ver en el conflicto, todos conocemos a alguien que está ahora enrolado en el ejército o por lo menos conocemos a un familiar de soldados.
Y no conozco a nadie que viva feliz porque un joven israelí esté en Gaza, nadie se dobla de gusto porque su hijo, hija, esposa, esposo, nieto, vaya a la guerra. Nadie ama en Israel esto. Nadie quiere héroes.
Pero parece que en Gaza no ocurre lo mismo. Quisiéramos que los padres salgan a las calles de Gaza a manifestarse por la guerra, que le exijan a Netanyahu sacar a mujeres y niños de Gaza para salvarlos. Pero eso no pasa. La gente de Gaza parece que miran esta guerra como un mal necesario y los niños son más valiosos muertos que vivos. Ser escudos humanos para defender criminales, parece ser un motivo de vida.
Las ciudades destruidas, les sirven de escenario para llorar y gritar a la prensa su desgracia. No puedo decir que lo disfrutan, pero sí les es útil, porque a cambio de la destrucción esperan la piedad del mundo.
Recordemos que Netanyahu declaró que Israel ofrecía una recompensa de USD 5 millones a quien entregue a un rehén retenido en Gaza. “Cualquiera que saque a un rehén encontrará con nosotros una forma segura para que él y su familia salgan”.
No ha habido respuesta
¿La razón? Quizá la población no sabe nada de los rehenes, quizá no les interesa o quizá el dominio de Hamás es aún total sobre sus vidas. Cualquier opción nos lleva a entender la continuidad de la presión militar israelí.
Sean 1000 o 100.000 los muertos, es un escándalo, pero al parecer a los únicos que no les importa, es a la gente de Gaza.
240 terroristas fueron arrestados hace unos días en el hospital Adwan de Gaza. De estos, 60 están internados curando sus heridas en hospitales israelíes. Los otros 180, esperan juicio en cárceles israelíes, comiendo 3 veces al día.
¿Hay que ser muy estúpido o mezquino para no ver la diferencia?
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