Trump va por crimen organizado latino / Desde las calles de Israel

En su origen, allá en los 70, el terrorismo se definía como actos que involucraban aspectos ideológicos y religiosos. 

Ahora, en el siglo XXI resulta evidente que la motivación del terror va mas allá de la simple coacción a gobiernos u organizaciones, al intentar influenciar a la población en general. En el caso de la delincuencia organizada, el objetivo es sembrar el temor en la población para evitar cualquier intento de resistencia a sus actividades delictivas.

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Tambien se incluye la aportación, financiación o recaudación de recursos o fondos económicos que tengan como fin provocar alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad para que tome una determinación.

El tipo penal de Financiamiento al Terrorismo está contemplado en los artículos 139 y 148 Bis del Código Penal Federal de la ley mexicana.

Usted juzgue, el secuestro, los ataques con drones, ráfagas de balas a comercios, la intimidación en diversas ciudades ¿son elementos suficientes para considerar a los cárteles como empresas del terror global?

Estas consideraciones no están muy alejadas del Derecho de la Unión Europea, que considera delitos del terror, intimidar gravemente a una población; obligar indebidamente a los poderes públicos o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo;
desestabilizar gravemente o destruir las estructuras políticas, constitucionales, económicas o sociales básicas de un país o de una organización internacional.

En México ¿Se han cancelado actos públicos, clases escolares o el libre tránsito por miedo a la inseguridad? Usted analice si es terror organizado.

Quien no tiene la menor duda es Donald Trump pues instruyó para que el Departamento de Estado inicie el proceso de designación a ciertos cárteles como terroristas globales, lo que podría otorgar a su gestión más poder para imponer sanciones económicas, poner restricciones de viaje y, potencialmente, incluso emprender acciones militares en naciones extranjeras.

En la orden ejecutiva que emitió el lunes, Trump nombró en particular a dos bandas que operan dentro de Estados Unidos: la megabanda Tren de Aragua venezolana y la MS-13 salvadoreña.

Si bien la MS-13 ha estado en actividad en Estados Unidos durante décadas, el Tren de Aragua ha tenido presencia en el país en años recientes, en coincidencia con la llegada de venezolanos que buscan refugio en Estados Unidos.

Corresponde al Departamento de Estado decidir qué organizaciones son etiquetadas como organizaciones terroristas extranjeras. La orden de Trump le da solo 14 días al Departamento de Estado para emitir una recomendación.

El lunes, al firmar la orden ejecutiva en el Despacho Oval, Trump dijo que probablemente México no estará contento con esta medida.

Trump intentó imponer esta designación a los cárteles durante su primer mandato, pero al final fue disuadido por el gobierno mexicano que se comprometió a cooperar con Estados Unidos para combatirlos.

Sin embargo, los cárteles, que tienen incluso más recursos que muchas naciones, podrían convertirse en verdaderas organizaciones del terror y buscar apoyo en los enemigos de los Estados Unidos.

Hezbolá es sólo un ejemplo, que bien sabemos está metido en Venezuela y al parecer con cárteles.

Al igual que en Medio Oriente, estos criminales engrosarán sus filas con fanáticos envueltos en euforia nacionalista, falsa soberanía que solo trae destrucción.

Recordemos casos terribles como Sendero Luminoso en Perú o el M19 en Colombia.

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