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viernes 07 de marzo de 2025

En los alrededores de Auschwitz, las vías del tren son viejos recordatorios de su horror

Muchas de esas vías ferroviarias están abandonadas, pero todavía existen dentro del recinto del Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau, un duro recordatorio de la naturaleza industrial de la matanza. Pero también se extienden más allá del lugar conmemorativo, atravesando campos y pasando por casas de familias y una estación de autobuses, viejos testimonios de los horrores que dejan su huella en la vida actual.

Durante la Segunda Guerra Mundial, hombres, mujeres y niños fueron transportados desde toda Europa a Auschwitz-Birkenau, viajes horrendos en los que fueron hacinados en estrechos vagones de ganado.

Llegaban a una plataforma de descarga, conocida como la rampa, donde los médicos nazis hacían selecciones, decidiendo quién sería asesinado inmediatamente y quién sería utilizado para trabajos forzados.

Muchas de esas vías ferroviarias están abandonadas, pero todavía existen dentro del recinto del Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau, un duro recordatorio de la naturaleza industrial de la matanza. Pero también se extienden más allá del lugar conmemorativo, atravesando campos y pasando por casas de familias y una estación de autobuses, viejos testimonios de los horrores que dejan su huella en la vida actual.

En total, 1,1 millones de personas perecieron en Auschwitz en cámaras de gas o por enfermedades, hambre y agotamiento. Alrededor del 90 por ciento de las víctimas eran judías, aunque también había polacos, romaníes sinti y prisioneros de guerra soviéticos.

El campo fue liberado por las tropas soviéticas el 27 de enero de 1945.

La Alemania nazi estableció su mayor campo de exterminio en Oswiecim (el nombre de la ciudad polaca que se llamaba Auschwitz durante la ocupación alemana) porque estaba situada en el centro de Europa, y la infraestructura ferroviaria hacía posible el transporte de judíos allí desde toda Europa (Bélgica, Francia y los Países Bajos, Italia y Hungría).

En el recinto de Birkenau hay un monumento en forma de vagón de tren dedicado a la memoria de los 420.000 judíos húngaros que fueron deportados a Auschwitz entre mayo y julio de 1944.

El lunes, el mundo conmemorará el 80 aniversario de la liberación del campo, con un encuentro de ancianos sobrevivientes de las atrocidades nazis con dirigentes estatales y la realeza.

Ensayo de Oded Balilty publicado en The Times of Israel

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