El rehén liberado Gadi Moses habría tenido debates con sus captores de Hamás sobre la propiedad de la tierra de Israel, había pasado los últimos dos meses de su cautiverio con dos rehenes tailandeses y supo de la liberación de rehenes en el primer acuerdo que se produjo, según se enteró Walla el sábado por la mañana.
En su primera entrevista desde que su padre fue liberado de Gaza, Yair Moses compartió que su padre pasó la mayor parte de su cautiverio solo en una pequeña habitación, pero también estuvo retenido brevemente con dos ciudadanos tailandeses.
A lo largo de su cautiverio, durante el cual estuvo solo la mayor parte del tiempo, Moses buscó formas de aliviar su aburrimiento. Esto incluyó hablar con sus captores de Hamás, discutir sobre el Islam y cuestiones políticas y participar en discusiones en las que cada lado afirmaba que la tierra “era suya”.
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En un momento dado, sus captores le preguntaron: “¿De dónde son tus padres?”. Cuando respondió, le dijeron: “Vuelve allí”.
Sus captores también afirmaron que su gente vivía en la tierra de Israel antes que los judíos, a lo que Moses respondió: “Tuvimos gente en estos lugares hace 3.000 años. ¿De qué estás hablando?”.
Después de que le dieran libros sobre el Islam y otros temas políticos, le costó leerlos sin gafas, así que exigió a sus captores que le buscaran unas y ellos le obedecieron.
Una foto de Gadi Mozes, liberado del cautiverio el jueves 30 de enero, se ha vuelto viral en Israel. (credito: X/Twitter)
Sin electricidad, Moses se iba a dormir al atardecer y se despertaba antes del amanecer, alrededor de las 3 a.m. Ocasionalmente, escuchaba bombardeos israelíes, algunos cerca.
“Le daba mucho miedo”, dijo su hijo Yair en una entrevista con Walla.
Durante la mayor parte de sus 482 días de cautiverio, estuvo solo en una habitación pequeña. Hacia los dos últimos meses, estuvo recluido con trabajadores tailandeses que habían sido secuestrados en la zona fronteriza de Gaza.
“Por fin, tenía a otras personas con él. Intentaban hablar un poco y, sobre todo, estar juntos, comunicándose mediante gestos con las manos y los ojos”, añadió Yair.
“La mayor parte del tiempo, lo trataban con respeto. Cuando comían, comían con él. No tuvo miedo, salvo unos momentos. La mayor parte del tiempo, era solo aburrimiento: horas sin hacer nada. Era capaz de reconstruir una imagen, se enteraba de lo que estaba sucediendo en Israel y, ocasionalmente, veía Al Jazeera. Sabía de la destrucción en Gaza”, contó Yair.
Sus captores incluso le dijeron cuándo destruyeron los edificios en los que había estado durante su cautiverio, según The Jerusalem Post.
Moses se enteró del acuerdo de rehenes en noviembre de 2023 y sabía los nombres de los que habían sido liberados.
“Estaba emocionado porque iban a salir. Por supuesto, él también quería hacerlo, pero estaba más feliz por ellos”, dijo Yair. “Volvió en mucho mejor forma de lo que podríamos haber imaginado. Sabíamos que era un hombre fuerte. Mentalmente, no estábamos preocupados; físicamente, sí”.
No reconoció a su hijo a primera vista
“Las emociones son intensas”, continuó Yair. “Mi padre no reconoció mi barba; fue lo primero que notó. No me había visto en la televisión, solo a los otros miembros de la familia. Me preguntó: ‘¿Qué pasa con la barba?’ Le dije que no me había cortado el pelo ni me había afeitado hasta que regresó. Se sorprendió. Le dijimos que lo estábamos esperando para que pudiera afeitarme”.
La sobrina de Gadi Moses, Efrat, compartió que “Sientes que la tensión se disipa lentamente de tu cuerpo, especialmente sabiendo que todavía hay otros que necesitan regresar. Es un proceso y respetamos su privacidad. Somos muy afortunados. Durante todo este tiempo, seguí diciendo que somos una nación que aprecia la vida, y ahora realmente entendemos lo que eso significa. Algunas personas regresarán con vida, otras no, pero incluso eso traerá algo de alivio a todos nosotros”.
“Corrí por el pasillo y abrazar a Gadi fue increíblemente emotivo, un momento de pura euforia”, dijo sobre su reencuentro. “Ahora todo el país entiende lo que queríamos decir cuando dijimos lo increíble que es. Representa la esencia de Israel. Estas son las personas que construyen y seguirán construyendo nuestro país; no podemos existir sin ellos. Verlo sostener una taza de café nuevamente con dos dedos, cruzando las piernas, todos estos pequeños gestos, fue increíble”.
“Vio la televisión y escuchó algo de radio”, continuó Efrat. “Sus captores se lo dijeron cuando me entrevistaron en la televisión. Reconocieron mis pendientes y pensaron que era su hija. A pesar de toda la alegría, debemos recordar que todavía hay rehenes que necesitan volver a casa y que el proceso de rehabilitación es muy largo. Saldremos adelante juntos. Todo fue muy difícil para él. Ser un hombre de 80 años en cautiverio es difícil: dormir en un colchón, levantarse de él, no tener aire fresco ni luz solar. Todos deberían intentar imaginar a su tío o a su padre en esa situación”.
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