Juntos venceremos
lunes 24 de marzo de 2025
Hermanos de Or Levy y Eli Sharabi

“El regreso de Eli, Ohad y Or es la victoria del pueblo de Israel”

Sharon Sharabi, hermano de Eli, y Michael Levy, hermano de Or, celebraron una conferencia de prensa en el Centro Médico Shiva tras la liberación de sus hermanos del cautiverio de Hamás, informó Arutz Sheva.

“El sábado, Eli, Ohad y Or regresaron con nosotros. Esta es la victoria del pueblo de Israel: que los hayamos traído a casa. Esta mañana, Eli me pidió agradecer a toda la nación, a los líderes de Israel y de todo el mundo. Me pidió agradecer a nuestros heroicos soldados que arriesgaron sus vidas, a las familias en duelo y a todos los que se pusieron en peligro para salvar a nuestros rehenes. Este es el ADN del pueblo de Israel“, expresó Sharabi.

Se dirigió al primer ministro Benjamín Netanyahu y dijo: “En este momento, hay 76 rehenes en Gaza que claman desde la tierra que los salvemos. Bibi, me he sentado contigo varias veces, e incluso la última vez me prometiste que devolverías a Eli con vida. Lo prometiste y cumpliste tu promesa. Pero el trabajo aún no ha terminado”.

“Cuando veo a Eli, Ohad, Or y a los rehenes que han regresado con nosotros, ¿cómo no pensar en la frase ‘Busco a mis hermanos’? Te digo, Bibi, en este momento, toma decisiones valientes. Estos son momentos críticos para salvar vidas”, agregó.

Michael Levy dijo: “Después de 491 días en el infierno, Or regresó con nosotros. Días en los que cada minuto era una batalla física, mental y emocional. Ayer, después de un año y cuatro meses, volví a ver a mi hermano. Lo abracé, pero este no es el Or que salió de casa el 7 de octubre. Regresó con nosotros en malas condiciones. Aquel que vio las imágenes no puede ignorarlo. Durante 16 meses, pasó hambre, descalzo y con el miedo constante de que cada día podría ser el último. El golpe más duro le esperaba a Or cuando fue liberado: Einav, su amada esposa, fue asesinada en ese día maldito. Durante 491 días, tuvo la esperanza de volver con ella. Recién ayer se enteró de su muerte”.

“Pero ayer, después de todo lo que pasó, se encontró con su hijo de tres años y medio que no había visto a su padre durante 491 días. Cuando se encontraron, Almog le preguntó: ‘Papá, ¿por qué tardaste tanto en volver?’ ¿En qué mundo un niño hace una pregunta así? Estamos contentos, pero nuestra alegría se mezcla con una inmensa tristeza. No hay alegría cuando regresa solo”, añadió.

Or, Ohad y Eli son un llamado de alerta. Son la prueba de que todos son casos humanitarios. No tienen tiempo. Estamos aquí hoy porque la lucha no ha terminado. Mi hermano está aquí, pero tengo más hermanos y hermanas que todavía están allí en el infierno, y su tiempo se acaba. Cada día que pasa es una sentencia de muerte para los que se quedan atrás. Ruego y suplico: no los olviden y no dejen de luchar por ellos. El regreso de Or es un milagro, y todos merecen un milagro así”.

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