Geert Wilders se convirtió en la sensación de la política europea en noviembre de 2023 cuando arrasó en las elecciones holandesas. Su victoria se debió al fracaso de las políticas de seguridad e inmigración del gobierno conservador de Mark Rutte, dice e-Noticias.
Muchos conocieron entonces por primera vez a Geert Wilders. Pero el político holandés lleva alertando de las consecuencias de la inmigración masiva en los Países Bajos desde los años noventa.
A raíz de ello, ha estado en el punto de mira del fundamentalismo islámico durante años.
Wilders se ha convertido en uno de los líderes más flexibles de la nueva derecha europea. Esto le ha conllevado muchas amenazas, como las que acaba de recibir y que él mismo ha denunciado en X. “Quieren matarme porque digo la verdad sobre el islam y su profeta, y al amenazarme demuestran que tengo razón”, ha afirmado.
También ha dicho que “Pakistán está lleno de fanáticos y lunáticos religiosos medievales”. El líder holandés ha adjuntado las imágenes de un hombre profiriendo amenazas en lengua árabe con la imagen de Geert Wilders.
Su publicación acumula miles de mensajes de apoyo y contra el islamismo radical como principal amenaza de la seguridad en Europa.
La verdad de Geert Wilders sobre el islam
Geert Wilders forjó su particular visión del islam siendo asesor en acción exterior de Frits Bolkestein, líder de un partido conservador. Tras muchos viajes a países de Oriente Medio como Irán, Siria, Jordania, Egipto e Israel, se convenció de la incompatibilidad entre occidente y el islam.
Su posición cada vez más radical le llevó en 2004 a romper con el partido para fundar su propia formación. Sus manifestaciones sobre el islam le costaron varias acusaciones de la justicia por incitación al odio. Y a pesar de que muchos le han tildado de extrema derecha, durante mucho tiempo se desmarcó explícitamente de líderes como Marine Le Pen o Jörg Haider.
Se declara a sí mismo un liberal radical que impugna desde su raíz el sistema político holandés. Considera que solo sirve a una casta política, que ha promocionado durante años un relativismo cultural contrario a los intereses de los ciudadanos.
Desde hace años ha caracterizado al islam como un sistema político-religioso enraizado en la violencia, la intolerancia y los valores retrógrados. Para Wilders, el islam es lo opuesto a la civilización occidental portadora de la modernidad. Se ha destacado por tener una oratoria muy dura, que no duda en asimilar el islam al yihadismo, la misoginia y la homofobia.
Su discurso ha sido tan radical como sus propuestas, entre las cuales cerrar las mezquitas, censurar el Corán y prohibir el velo islámico. Su posición le ha convertido en uno de los puntos de mira del fundamentalismo islámico.
Una amenaza real
Desafortunadamente, el islamismo radical ya ha cumplido anteriormente sus amenazas de muerte en Países Bajos. En 2004, un joven holandés de padres marroquíes asesinó a tiros al cineasta Theo Van Gogh en una calle de Amsterdam. Previamente había sido amenazado de muerte por su crítica radical al islam.
El propio Geert Wilders fue objeto de un intento frustrado de atentado. La policía interceptó a dos terroristas armados que planeaban atentar contra el líder ultranacionalista y otra diputada de su partido. Desde entonces limitó al máximo sus apariciones en público y lleva siempre una numerosa escorta designada por el Estado.
Tan enemigo del Islam como admirador de Israel
Con tan solo veinte años, Wilders dio el sí quiero a su primera novia, para divorciarse pocos años después y volver a casarse en 1992 con Krisztina Marfai, una diplomática húngara judía, publicó La Razón.
Su compañero de viajes solía ser su hermano mayor, ahora su gran detractor, con quien ya no se habla tal vez por motivos políticos. Wilders es la oveja negra del escenario político y de su familia, en la que el primogénito afirmó “querer” a Geert, pero no compartir sus ideas porque “sobrepasan” la línea roja.
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