El primer ministro, Benjamín Netanyahu, acusó a la Fiscal General Gali Baharav-Miara de abuso de autoridad, tras informarle que no puede proceder con el despido del jefe del Shin Bet, Ronen Bar, a menos que se establezca una base legal para ello.
También afirmó que la decisión de la Fiscal General de abrir una investigación el mes pasado sobre presuntos vínculos ilícitos entre sus asesores y Catar tuvo motivaciones políticas.
En una carta publicada este lunes, Netanyahu reitera que las decisiones relativas al despido de un jefe del Shin Bet son de su exclusiva responsabilidad y afirma que, al sugerir lo contrario, Baharav–Miara está cometiendo una “peligrosa herejía”.
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Afirmó que la advertencia de Baharav–Miara sobre la posibilidad de que el proceso de despido de Bar esté “manchado de ilegalidad y conflicto de intereses” es una “completa inversión de la justicia”.
“Sus instrucciones de abrir una serie de investigaciones contra el personal del primer ministro… constituyen un abuso de autoridad y una práctica indebida que ya se ha convertido en un método, cuyo único propósito es negar autoridad a la cúpula política”, acusó Netanyahu.
Afirma que “ni siquiera la Policía de Israel entiende” por qué altos cargos de su oficina están siendo investigados, entre otras cosas, por presuntos vínculos con Catar.
“La decisión de poner fin al mandato del jefe del Shin Bet no se tomó en el contexto de la investigación”, alega Netanyahu. “Al contrario, la ‘investigación’ surgió después de que surgiera la posibilidad de destituirlo y se filtrara a los medios de comunicación”.
Afirma que la fiscal general puede asistir a la reunión de gabinete de mañana, en la que el gobierno votará sobre la destitución de Bar, y le asegura que “podrá escuchar en detalle el motivo de la decisión propuesta y expresar su postura legal antes de que el gobierno tome la decisión”.
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