Decenas de líderes de grupos de protesta comenzaron este lunes a organizar una gran manifestación en Jerusalén para protestar contra la intención declarada del primer ministro Benjamin Netanyahu de destituir al jefe del Shin Bet, Ronen Bar.
Netanyahu anunció el domingo su intención de destituir a Bar tras meses de informes que apuntaban a su intención de destituirlo.
Los analistas lo acusaron de intentar atribuir la culpa de los fallos del 7 de octubre a los servicios de seguridad, exonerando a su propio gobierno.
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El colectivo de grupos de protesta anunció que planea realizar una gran manifestación frente a las oficinas gubernamentales, mientras los ministros —muchos de los cuales han declarado su apoyo a la medida y ninguno se ha opuesto públicamente— se reúnen el miércoles para votar sobre la propuesta de Netanyahu de destituir al jefe de seguridad.
La protesta está programada para comenzar a las 8:00 am con una gran marcha desde Motza, a las afueras de la capital, hasta el barrio gubernamental de la ciudad, donde los manifestantes se concentrarán mientras los ministros se reúnen y votan.
Una vez finalizada la votación, los manifestantes planean marchar hacia la residencia del Primer Ministro en el centro de Jerusalén, donde se preparan para una estancia prolongada en un campamento de tiendas de campaña.
Eran Schwartz, director ejecutivo de la organización Hofshi B’Artzenu (Libres en Nuestra Tierra), prometió que los grupos no permitirían que el gobierno “destruya por completo” el país, señalando que el Shin Bet está investigando actualmente a varios altos funcionarios de la Oficina del Primer Ministro por presuntos vínculos con Catar, lo que crea un posible conflicto de intereses.
Además, el Foro Empresarial de Israel, que representa a la mayoría de los trabajadores del sector privado de 200 de las empresas más grandes del país, instó a Netanyahu a retractarse de su intención de despedir a Bar, calificándola de “destructiva”.
Mientras tanto, el ministro de Educación, Yoav Kisch, amenazó con retener la financiación de una escuela de Tel Aviv después de que su director dijera que cancelaría las clases el miércoles y alentaría a los estudiantes a unirse a la protesta en Jerusalén.
Aunque Bar ha expresado su intención de dimitir finalmente debido a que su agencia no previó el ataque del 7 de octubre, se dice que se opone a los intentos de destituirlo, temiendo que su aquiescencia le permita a Netanyahu nombrar a un leal en su lugar.
Según informes, el jefe del Shin Bet planeaba permanecer en su puesto hasta que todos los rehenes fueran devueltos de Gaza y se estableciera una comisión estatal de investigación para investigar los fallos relacionados con el 7 de octubre.
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