Decenas de miles de manifestantes marcharon hacia Jerusalén este miércoles en en nuevas protestas contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y su gobierno, por los intentos de destituir a altos funcionarios, su reforma judicial y la reanudación de la guerra en Gaza.
Las protestas masivas se produjeron mientras el gobierno busca destituir al jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y a la Fiscal General Gali Baharav–Miara, dos funcionarios que han provocado la ira de Netanyahu y su coalición de derecha en los últimos meses.
La indignación por los intentos de destituir a ambos, sumada a la reanudación de los combates en Gaza, que ha dejado en la incertidumbre el destino de los rehenes restantes, pareció revitalizar las protestas antigubernamentales.
Por la mañana, la policía bloqueó el tráfico en la principal carretera que conduce a la capital mientras los manifestantes, ondeando banderas israelíes y pancartas amarillas, partían de Motza, en las afueras occidentales de Jerusalén.
“Es hora de acabar con esta locura antes de que no tengamos a nadie a quien salvar, antes de que nos quedemos sin país”, declaró Shikma Bressler, líder de la protesta, a la multitud antes de entrar en la ciudad.
Los manifestantes se congregaron frente a la Knéset alrededor del mediodía y luego se dirigieron a la casa de Netanyahu, en la calle Azza, en el barrio de Rehavia, en Jerusalén.
Cientos de personas más adelante se sentaron en la acera mientras coreaban a favor de un acuerdo para liberar a los rehenes que quedan en Gaza y en apoyo a los altos funcionarios que el gobierno planea derrocar.
“Le pasó a Ron Arad, nos podría pasar a todos”, coreaban, en referencia al oficial de la Fuerza Aérea de Israel dado por muerto durante mucho tiempo tras su captura en el Líbano en 1986 y su posterior desaparición.
Muchos manifestantes portaban carteles con lemas que exigían el fin de la guerra, mientras que unos pocos portaban pancartas que instaron a los reservistas a negarse a servir en el ejército, como un acto de desafío al gobierno de Netanyahu.
En la parte alta de la calle, cerca de la residencia oficial de Netanyahu, un grupo de manifestantes silenciosos se sentó en medio de la Plaza París, bloqueando el cruce al tráfico.
La policía de Jerusalén informó por la tarde que había arrestado a cuatro personas, incluyendo a un contramanifestante armado que amenazó con dañar a los manifestantes.
“Durante la protesta, decenas de participantes comenzaron a alterar el orden público”, declaró un portavoz de las fuerzas del orden, añadiendo que muchos intentaron romper las barreras de control de multitudes.
Algunos manifestantes también usaron sus vehículos para bloquear las principales calles de la capital sin autorización policial, en lo que el portavoz calificó de “una flagrante violación de las condiciones de la protesta acordadas previamente entre los manifestantes y la Policía de Israel en los últimos días”. Señaló que la policía planeaba remolcar los vehículos.
Hoy mismo, el líder de la oposición, Yair Lapid, llamó a la gente a salir a manifestarse, calificando al gobierno de Netanyahu de “ilegítimo”.
“Salimos a la calle porque el gobierno israelí ha perdido su legitimidad”, declaró Lapid en un mensaje grabado. “No violaremos la ley, seguiremos sirviendo, pero nos mantendremos firmes frente a un gobierno que pretende desmantelar el país”.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío