El gobierno de Benjamín Netanyahu destituyó este jueves a Ronen Bar como jefe del Shin Bet, una decisión que ha generado división y debate en Israel. ¿A qué se debió esto? Aquí te lo explicamos.
¿Qué es el Shin Bet y quién es Ronen Bar?
El Shin Bet es una organización de inteligencia que constituye una parte importante de las entidades de seguridad de Israel en su conjunto.
El organismo está subordinado a la Oficina del Primer Ministro y está diseñado para proteger al país del espionaje, la subversión interna y el terrorismo que ponen en peligro la seguridad de su población y de su democracia.
Su nombre formal es Servicio de Seguridad General, aunque se le conoce como Shin Bet o también como Shabak, por sus iniciales en hebreo.
Ronen Bar asumió el cargo de jefe del Shin Bet en octubre de 2021.
El entonces primer ministro Naftali Bennett lo eligió a él por encima de Meir Ben Shabbat, el que era el favorito para su antecesor Benjamín Netanyahu.
Bar cuenta con una licenciatura en Ciencias Políticas y Filosofía de la Universidad de Tel Aviv y una maestría en Gestión Pública de la Universidad de Harvard.
Sirvió en las FDI como parte de la unidad de élite de las Fuerzas Especiales de Reconocimiento Sayeret Matkal.
En 2011, Bar fue nombrado jefe de operaciones del Shin Bet. En 2016, fue ascendido a jefe del cuartel general del Shin Bet, el tercer puesto responsable del aumento de efectivos y en 2018 llegó a ser subdirector de la agencia.
Desde el estallido de la guerra en Gaza, Bar ha tenido un papel clave en los esfuerzos de inteligencia de Israel contra Hamás en Gaza y en las innumerables negociaciones con el grupo terrorista para tratar de llegar a un acuerdo de liberación de rehenes.
¿Por qué Netanyahu lo destituyó?
La decisión del primer ministro de Israel de destituir a Bar llegó tras meses de diferencias entre ambos en medio de la guerra en Gaza que derivó del 7 de octubre.
En una declaración pública del 17 de marzo, fecha en la que notificó a Bar de su destitución, Netanyahu detalló sus razones, argumentando que la principal de ellas una desconfianza total entre los dos.
“En todo momento, pero especialmente durante una guerra existencial como la que enfrentamos, debe haber plena confianza entre el primer ministro y el jefe del Shin Bet”, declaró Netanyahu en un video.
“Pero, lamentablemente, la situación es la contraria: no tengo esa confianza. Siento una desconfianza constante en el jefe del Shin Bet, una desconfianza que ha crecido con el tiempo”.
“Quiero dejar claro”, enfatizó el primer ministro, “que siento un profundo aprecio por los hombres y mujeres del Shin Bet”.
Añadió que estaba “seguro de que este paso es crucial para la rehabilitación de la agencia, para lograr todos nuestros objetivos bélicos y para prevenir el próximo desastre”.
¿Qué es lo que dijo Bar?
Tras el anuncio de Netanyahu, Bar admitió en un comunicado que si habría de ser destituido esto fuera mediante un proceso legal y legítimo, sugiriendo que este no era para nada el caso.
Bar afirmó que, aunque ha admitido su responsabilidad sobre los fracasos de seguridad del 7 de octubre, no planeaba dimitir sino hasta que todos los rehenes regresaran a Israel y se terminaran investigaciones sensibles.
Su mandato terminaba originalmente hasta finales de 2026.
Horas antes de ser destituido, Bar envió una carta a los ministros del gobierno en la amplió su defensa, argumentando que su destitución responde a motivos políticos sin fundamento.
Bar tachó de apresurada y sin bases legales a la sesión programada para este 20 de marzo en la que se votó su destitución, a la cual decidió no asistir.
Calificó de infundadas a las razones esgrimidas para su destitución y afirmó que estas “ocultan los motivos subyacentes para acabar con mi cargo”.
A esto agregó: “Son afirmaciones infundadas que no son más que una tapadera para cuestiones totalmente diferentes dirigidas a perturbar las funciones del Shin Bet en beneficio de los israelíes y evitar investigar la verdad tanto en relación de los hechos que llevaron a la masacre [del 7 de octubre] como en relación a los graves incidentes que el Shin Bet investiga actualmente”.
Bar afirmó que, contrario a lo que sostiene Netanyahu, siempre ha habido una plena confianza entre ambos en las labores gubernamentales.
Asimismo, Bar calificó como “un peligro directo para la seguridad de Israel” que se le destituya en medio del llamado Catargate, el escándalo que el Shin Bet investiga desde finales de febrero.
El contexto de esta destitución
Bar es el primer jefe del Shin Bet destituido por un primer ministro de Israel en funciones, lo que ha marcado un hecho sin precedentes en el país.
Hasta ahora solo se habrían presentado un par de renuncias voluntarias, una de ellas la de Carmi Gillon en 1996 con motivo del magnicidio de Yitzhak Rabin.
La destitución de Bar llega en medio de una serie de cambios en altos cargos de Israel de la mano del gobierno que han generado debate por los motivos para ello y el momento en que se hacen.
La llegada de Israel Katz en sustitución de Yoav Gallant en el Ministerio de Defensa, así como los planes para despedir a la Fiscal General, Gali Baharav Miara, han levantado clamores entre los críticos del gobierno de que este planea poner a sus allegados en cargos sensibles.
Netanyahu enfrenta actualmente múltiples presiones políticas en medio de la guerra: su juicio por presunta corrupción en curso, la exigencia de una Comisión Estatal de Investigación sobre el 7 de octubre y el llamado Catargate.
Ante el juicio y el Catargate, el primer ministro niega todos los señalamientos, mientras que en lo que respecta a la Comisión, se opone a que se establezca una hasta que la guerra llegue a su fin.
El juicio, en el que se le acusa a Netanyahu por los delitos de soborno, fraude y abuso de confianza, y el Catargate, en el que se sospecha que 3 empleados suyos actuaron ilegalmente en contacto con Catar, son tachados por el mandatario como falsedades inventadas en su contra.
Con destituciones como la de Bar o la planeada para la Fiscal General, los críticos del gobierno acusan a Netanyahu de buscar minar las instituciones del Estado de Israel a fin de borrar todos los contrapesos en su contra.
Este también fue el caso para la reforma judicial formulada en 2023 por el gobierno de Netanyahu, que los críticos señalaron de ser una maniobra para doblar por completo al Poder Judicial ante su administración.
Por su parte, Netanyahu y sus simpatizantes han asegurado por años que su gobierno es objeto de un intento de derrocamiento a manos de todos sus opositores, en los que incluye a la izquierda, los medios de comunicación y el “Estado profundo”.
Netanyahu recientemente explicó qué es lo que designa por el “Estado profundo”, un concepto que Trump también esgrime contra sus enemigos.
“Quieren que el gobierno y yo seamos un florero, pero no se lo permitiremos”, dice Netanyahu sobre el “Estado profundo” en un video de Tikok dirigido a jóvenes israelíes.
“El Estado profundo son los funcionarios públicos establecidos, que apenas son cambiados, profundamente arraigados en el gobierno israelí y que creen que saben mejor que los votantes lo que a estos quieren”, afirmó.
Netanyahu afirmó que a estos “funcionarios” no les interesa en lo más mínimo lo que piensen los oficiales que, en cambio, sí fueron elegidos por el voto popular, como él.
“Esta gente siempre se inclina hacia la izquierda ¿Quieren aprobar leyes que no nos convienen? Las bloqueamos. ¿Quieren nombrar funcionarios que no nos gustan? Los bloqueamos”, dijo.
@bnetanyahu מה זה דיפ סטייט?
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