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El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó este viernes que no habrá guerra civil en el país, luego de que la amenaza de una situación así volvió a resurgir esta semana ante la polarización que se vive.
“¡No habrá guerra civil! El Estado de Israel es un Estado de Derecho y según la ley el gobierno israelí decide quién será el jefe del Shin Bet. Shabat Shalom“, escribió en un mensaje en X.
Aharon Barak, expresidente de la Corte Suprema de Israel y uno de los juristas más prominentes del país, soltó la “bomba” el jueves en declaraciones a varios medios del país.
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Barak dijo temer que las últimas acciones del gobierno de Netanyahu, incluyendo la destitución del jefe del Shin Bet y del fiscal general, estén llevando al país hacia una guerra civil.
La amenaza de una guerra civil ha sido esgriminada por la oposición a Netanyahu desde hace tiempo, aumentando a raíz de 2023, cuando el gobierno propuso la reforma judicial, lo que generó una agria división en Israel.
En declaraciones a Ynet poco antes de que Netanyahu y su gobierno aprobaron la destitución Bar, Barak afirmó que “el principal problema de la sociedad israelí es… la profunda división entre israelíes“.
“Esta división se está agravando y, al final, me temo, será como un tren que se descarrila y se precipita hacia un abismo, provocando una guerra civil”, declaró.
En otra entrevista con Canal 12, al ser preguntado por qué cree que Israel está al borde de una guerra civil, Barak respondió que es “porque la división en el pueblo es inmensa y no se está haciendo ningún esfuerzo por sanarla. Todos intentan agravarla”.
“Hoy hay manifestaciones, y de repente un coche las atraviesa y atropella a alguien”, dijo, refiriéndose a un incidente ocurrido el miércoles en una protesta contra Netanyahu en Jerusalén, cuando un conductor atropelló a un manifestante, hiriéndolo.
“Pero mañana habrá tiroteos y al día siguiente habrá derramamiento de sangre”, continuó Barak.
En respuesta a Barak, el canciller de Israel, Gideon Sa’ar, emitió una breve declaración en X, simplemente publicando: “No habrá guerra civil”.
El ministro de Educación, Yoav Kisch, miembro del partido Likud de Netanyahu, afirmó en una publicación en X que Barak amenazaba con una guerra civil con su advertencia y prometió que estas amenazas no disuadirían al gobierno de implementar sus políticas.
El diputado Almog Cohen, del partido Otzma Yehudit, calificó a Barak de “un hombre imprudente e irresponsable”, enviado para lanzar una amenaza al estilo mafioso siciliano de sangre en las calles y guerra civil.
Barak se desempeñó como juez de la Corte Suprema de 1978 a 1995. Posteriormente, fue elegido presidente de la corte. Se retiró en 2006.
A pesar de ser un crítico vehemente de Netanyahu y sus políticas, Barak lo eligió para representar a Israel como juez ad hoc en la Corte Internacional de Justicia en el caso de genocidio interpuesto contra Israel por Sudáfrica en medio de la guerra de Gaza. Barak se retiró de la corte en junio pasado por motivos personales.
Barak, sobreviviente del Holocausto, goza de gran respeto internacional y es considerado el jurista más destacado de Israel.
Dentro de Israel, Netanyahu y otros líderes de derecha lo han visto durante mucho tiempo como un “activista” de izquierda, responsable de muchos de los problemas con el sistema judicial israelí que los controvertidos planes de reforma judicial del gobierno pretenden rectificar.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío
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